Después de TODO, TODO ha sido NADA,
a pesar de que un día lo fue TODO.
Después de NADA, o después de TODO
supe que TODO no era más que NADA.
Grito "¡TODO!", y el eco dice "¡NADA!".
Grito "¡NADA!", y el eco dice "¡TODO!".
Ahora sé que la NADA lo era TODO,
y TODO era ceniza de la NADA.
No queda NADA de lo que fue NADA.
(Era ilusión lo que creía TODO
y que, en definitiva, era la NADA.)
Qué más da que la NADA fuera NADA
si más NADA será, después de TODO,
después de tanto TODO para NADA.
José Hierro
♥ ♥ ♥ ♥
Hay que pensar a quien le damos TODO porque para esa persona puede ser NADA... y también no darle NADA por que puede reclamarlo TODO... He ahí los que dejan TODO por NADA...
Annybeatrice
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