A las puertas del cielo llegaron un día cinco viajeras.
- ¿Quiénes son ustedes? – les preguntó el guardián del cielo.
- Somos – contestó la primera – La religión...
- La juventud... – dijo la segunda
- La comprensión... – dijo la tercera.
- La inteligencia... – dijo la siguiente.
- La sabiduría – dijo la última.
- Identifíquense!! – ordenó el cancerbero.
Y entonces...
La religión se arrodilló y oró.
La juventud se rió y cantó.
La comprensión se sentó y escuchó.
La inteligencia analizó y opinó.
Y la sabiduría... contó un cuento
- ¿Quiénes son ustedes? – les preguntó el guardián del cielo.
- Somos – contestó la primera – La religión...
- La juventud... – dijo la segunda
- La comprensión... – dijo la tercera.
- La inteligencia... – dijo la siguiente.
- La sabiduría – dijo la última.
- Identifíquense!! – ordenó el cancerbero.
Y entonces...
La religión se arrodilló y oró.
La juventud se rió y cantó.
La comprensión se sentó y escuchó.
La inteligencia analizó y opinó.
Y la sabiduría... contó un cuento
(tomado de una idea de Anthony de Mello
modificada por Jorge Bucay en Recuerdos para Demián)
FUERA TODO TAN FACIL
SI CADA QUIEN HACE LO QUE TIENE QUE HACER
NI MAS NI MENOS
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