Como niña de cinco y las inyecciones;
como la muñeca en el cajón
cuando la edad pasó para jugar;
como la bolsita de canicas que se cae
y lloras por ella, y te silencias;
como la resbaladilla que se quedó
allí, quieta, mientras deslizabas.
Como el día que aprendiste a caer
para entender patinar y te reíste.
Así yo, así este dolor en mí,
Así yo, así este dolor en mí,
así este miedo chiquito en la espalda,
por la sangre que no veré,
por el lugar que no alcanzaré,
por este color blanco-pálido
que se me queda en la piel.
.
Como el coraje que no recuerdo,
Como el coraje que no recuerdo,
pero que dices se hizo nudo;
como ese silencio que hice,
y debí gritar fuerte
con el alma, para que no pesara,
para que no se quedara
ni allí ni aquí ni en mi,
pero no sabía...
como ese silencio que hice,
y debí gritar fuerte
con el alma, para que no pesara,
para que no se quedara
ni allí ni aquí ni en mi,
pero no sabía...
Como niña de cinco con fe,
con miedo, con tanto silencio
de poco, de nada, de “no se”.
Como lo posible, estar, seguir,
quedarme quieta, moverme poco,
sentir que es, que está, “¡soy libre!”
Como lo posible que ya no es,
como lo posible que es,
como lo posible, la fe:
la palabra dicha,
la palabra clara,
la palabra sombra,
la palabra “siempre”
en la que ya no crees,
que ya no pronuncio,
pero que entiendo hasta ahora,
a los “treintaytrés”,
mientras te miro
como lo posible, como lo que es.
de poco, de nada, de “no se”.
Como lo posible, estar, seguir,
quedarme quieta, moverme poco,
sentir que es, que está, “¡soy libre!”
Como lo posible que ya no es,
como lo posible que es,
como lo posible, la fe:
la palabra dicha,
la palabra clara,
la palabra sombra,
la palabra “siempre”
en la que ya no crees,
que ya no pronuncio,
pero que entiendo hasta ahora,
a los “treintaytrés”,
mientras te miro
como lo posible, como lo que es.
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