Él le preguntó: "¿Adónde vas?"
La peste le contestó: "A Bagdad, a matar a diez mil personas".
Despues de un tiempo, la peste volvió a encontrarse con el peregrino quien enojado le dijo: "Me mentiste. Me dijiste que matarías a diez mil personas, y mataste a cien mil".
"Yo no mentí, maté a diez mil, el resto se murió de miedo".
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Es triste como los miedos nos matan, nos limitan, nos insensibilizan, por que terminamos sin ver, ni oir, ni sentir, solo dudas, temores y dolor. Hay que tomar conciencia de que está en nuestras mentes, hay que enfrentarlo, hacerlo chiquito, encerrarlo y mandarlo lejos.
Todo esto lo encontré en un libro muy hermoso que estoy leyendo se llama Francesco... la vida entre el cielo y la tierra. De Yohana García. Me ha gustado muchísimo.
Anny Beatrice
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